"I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feeling
I'm happy again
I'm laughing at clouds
So dark up above
The sun's in my heart
And I'm ready for love
Let the stormy clouds chase
Everyone from the place
Come on with the rain
I've a smile on my face
I walk down the lane
With a happy refrain
(...) "
Entre cánticos exultantes y tarareos desacordes del clásico de Gene Kelly,
Singing in the Rain, Alex DeLarge, quien también se hace llamar "
vuestro humilde servidor" -lidera una jauría por decirlo menos, de vándalos que se hacen llamar los
"droogos"- irrumpe al principio, con la simple y casi infalible falacia de pedir prestado el teléfono de una casa lujosa para reportar un accidente en la carretera, reprimiendo la apacible estadía noctámbula de una opulenta pareja burgués (donde el mayor de ellos,
Frank Alexander escribe un libro que curiosamente se titula
"A Clockwork Orange"), y luego, en cuanto la puerta se abre con la forzada disposición de tal pacífica pareja, la acometida de forma violenta a aquella casa de toque vanguardista.
Lo que viene luego es evidente: una progresión de ataques depravados y sádicos por parte de los cuatro ultraviolentos enmascarados con antifaces teatrales de enormes y fálicas narices que asemejan penes y vestidos enteramente de blanco; ataques que incluyen la violación de la señora Alexander ante los ojos de su esposo, atado y abatido, y que aunque bien disimulados con las sonatas de Beethoven y las pintorescas collages en declive de la violencia de la que somos testigos, duele ver.
"A Clockwork Orange" es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de
Anthony Burgess de 1962, totalmente polémica y previsiblemente, censurada en su momento.
Insinuante desde el inicio, nos asentamos entre una mirada desafiantemente sicopatíada y una sonrisa plenamente perversa en primer plano del protagonista Alex DeLarge (formidable, imborrable,
Malcolm McDowell), en tanto él mismo se anuncia bajo una voz en off y la cámara va amplificando el plano general, poderosamente estético.
Esa misma mirada, inquietante que
Kubrick deja relucir en la mayoría de sus películas :
Dr. Strangelove, O: (1964), 2001: A Spacey Odisey (1968), Barry
Lyndon (1975), The Shinning (1980), Full Metal Jacket (1987), y Eyes Wide Shut (1999).
Alex yace sentado en un extravagante bar de nombre
"Korova", confortablemente acompañado por sus tres drugos:
Pete, Dim y
Georgie los cuales consumen
moloko (leche) con sustancias llamadas
velocet, synthemesco y/o
drencrom de los que desentiendo sus componentes pero cuya consecuencia inmediata es llevar a su consumidor a un estado de ultraviolencia y desenfreno. El bar lácteo de aspecto pop art que los acoge está destinado en general a jóvenes como ellos por edad y propensión a la violencia, que luego de beber sus
milkplus se lanzan al ruedo para dar rienda suelta a sus instintos más vehementes. Éstos, más adolecentes que jóvenes, suelen hablar el
nadsat, que es una jerigonza de influencia socialista soviética, diluida al inglés parlo-escrito de una Inglaterra futurista, aunque mucho más marcado en la novela que en el film. Una compleja aventura lingüística que no altera el resultado de la obra. Una obra dantesca que se compone alegóricamente de cielo, purgatorio e infierno.